El ejercicio físico y el neurodesarrollo

En una Revisión publicada por la Revista Nature titulada «Be smart, exercise your heart: exercise effects on brain and cognition» nos habla como hoy en día existe numerosa literatura interdisciplinaria que han documentado la influencia beneficiosa de la actividad física aeróbica  en aspectos selectivos de la función cerebral. 

También destaca como  la falta de actividad física, especialmente entre los niños en el mundo desarrollado, es una de las principales causas de la obesidad y como  el ejercicio podría no solo ayudar a mejorar su salud física, sino también mejorar su rendimiento académico. 

La investigación con animales y humanos  sugieren que la actividad física y el entrenamiento aeróbico en particular pueden tener un efecto positivo en múltiples aspectos de la función  del cerebro. Aunque la cantidad de estudios sobre actividad física es sin duda mayor para los adultos mayores que para otros grupos de edad, los datos sugieren que la actividad física puede tener efectos beneficiosos a lo largo de la vida, incluso en individuos con enfermedades neurodegenerativas.

Los diferentes estudios con animales  han comenzado a mostrar cuales son los cambios moleculares y celulares que se producen durante el ejercicio y que parecen ser la base de los efectos de la aptitud en la cognición y el rendimiento. También se ha observado que el entrenamiento físico mejora de forma selectiva la angiogénesis, la sinaptogénesis y la neurogénesis (como por ejemplo en el hipocampo), y también regula positivamente varios factores neurotróficos en el cerebro del ratón.

En conclusión, existe evidencia tanto a nivel molecular, celular, conductual y de sistemas de la importancia que tiene la participación en la actividad física como factor beneficioso para la cognición. Tal evidencia destaca la importancia de promover la actividad física a lo largo de la vida para revertir la obesidad a temprana edad y las tendencias hacia la enfermedad, así como para prevenir o revertir el deterioro cognitivo y neural. En consecuencia, la actividad física puede servir para promover la salud y la función en las personas, al tiempo que reduce la carga económica y de salud que se impone a la sociedad.

FUENTE:

  1. C. H. Hillman, K. I. Erickson y A. F. Kramer, “Be smart, exercise your heart: exercise effects on brain and cognition”, Nature Reviews Neuroscience, vol. 9, 58 EP -, ene. de 2008. direcci´on: http://dx.doi.org/10. 1038/nrn2298 

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